Venide, venide, rapazas, sentaivos al lado del llar, que hoy tengo que contaros algo que casi no recuerdo pero es verda
Cuando yo era una rapazina, oi contar a las mas viejas del lugar una historia que fue realidad, la cuelebra de los casirones de en ca la tia Candida.
Dice asi: Todos los dias despues de ordeñar, quedaba la zapica de la mejor vaca, de la Vardina, en el escañil de la cocina para que no se agriara en los dias de vendaval, y asi poder desayunar, la tia Candida y su hija que deshonrada habia parido estando su marido en la guerra de Annual