Venide, venide, rapazas, sentaivos al lado del llar, que hoy tengo que contaros algo que casi no recuerdo pero es verda
Cuando yo era una rapazina, oi contar a las mas viejas del lugar una historia que fue realidad, la cuelebra de los casirones de en ca la tia Candida.
Dice asi: Todos los dias despues de ordeñar, quedaba la zapica de la mejor vaca, de la Vardina, en el escañil de la cocina para que no se agriara en los dias de vendaval, y asi poder desayunar, la tia Candida y su hija que deshonrada habia parido estando su marido en la guerra de Annual
Muchos dias con cariño su madre le daba la nata y la leche a su hija que a su vez tenia que amamantar ya que eran escasas la biandas del lugar. Pasaron los dias y aun las noches, sin mucha novedad....
Tirso, te escucho. Las niñas se estan quedando dormidas.
No las despiertes ya, que mucho miedo pueden pasar.
Cual es la razon, de que nos venga este mal, se preguntaban, madre e hija, sin poderselo explicar, el niño empeoraba y temiendo por su vida, consultaron curanderos, dieronle tisanas de sauco, de eleboro y de serval sin que se le quitase el mal.
Y colorin, colora.
hola! Por Dios Tirso que historia mas triste y............ no se, da un poco de repelus