Luz ahora: 0,12106 €/kWh
TRADICIÓN POPULAR OMAÑESA
Un día llegó a un pueblo de la comarca de Omaña un mendigo. En aquella época, en la que la escasez era el plato diario de cada familia.
Fue por las casas pidiendo, todo el mundo le daba un poco de lo que se quitaban de la boca para socorrer a otro con menos recursos. Al llegar a la ultima casa del pueblo, en la que vivía un matrimonio, también pidió un lugar para dormir. El matrimonio le dejaron pasar la noche en el pajar. El pajar estaba cerca de la cuadra como es típico en en las casa omañesas.
Por la mañana el mendigo se levantó temprano, cantando esta canción:
-Chorizatis, morcillatis,
cantador y sus mujeres,
todos van en mio fardel.
Se encontró con la dueña y le dijo:
-Chorizatis, morcillatis,
cantador y sus mujeres,
todos van en mio fardel.
Señora, ¿debo algo?
-No, señor, vaya con Dios.
Se encontró con el dueño y le cantó la misma canción, recibiendo la misma respuesta de su mujer, dando pie a que el vagabundo se marchara muy contento.
La sorpresa llegó cuando faltaban, el gallo, las gallinas, los chorizos y las morcillas.
Un día llegó a un pueblo de la comarca de Omaña un mendigo. En aquella época, en la que la escasez era el plato diario de cada familia.
Fue por las casas pidiendo, todo el mundo le daba un poco de lo que se quitaban de la boca para socorrer a otro con menos recursos. Al llegar a la ultima casa del pueblo, en la que vivía un matrimonio, también pidió un lugar para dormir. El matrimonio le dejaron pasar la noche en el pajar. El pajar estaba cerca de la cuadra como es típico en en las casa omañesas.
Por la mañana el mendigo se levantó temprano, cantando esta canción:
-Chorizatis, morcillatis,
cantador y sus mujeres,
todos van en mio fardel.
Se encontró con la dueña y le dijo:
-Chorizatis, morcillatis,
cantador y sus mujeres,
todos van en mio fardel.
Señora, ¿debo algo?
-No, señor, vaya con Dios.
Se encontró con el dueño y le cantó la misma canción, recibiendo la misma respuesta de su mujer, dando pie a que el vagabundo se marchara muy contento.
La sorpresa llegó cuando faltaban, el gallo, las gallinas, los chorizos y las morcillas.
