Qué gusto, pasear al
atardecer por la playuqui... Y ya si te encuentras
amigos, la caña.
A mí no me gusta mucho tomar el sol, por el día no suelo ir a la
playa nunca (en
Madrid, menos, como comprenderéis, ja, ja), pero al atardecer da gusto... cuando tengo ocasión, claro.