MANZANEDA DE OMAÑA: Tenía yo tanta fame...

Pues no, parece que de cuerpo hacen bien.

Esta obra me parece de un surrealismo y una nueva figuración que denota unas tonalidades abstractas auténticamente magistrales. El elemento corporal y sensual alcanzan aquí su máxima idoneidad de formas y representaciones. La imaginación y la creación del ensueño completan un estudio de una excelencia simpar. El reflejo de la luz hace una explosión de viveza y colorido que casi entronca con lo sublime. Al capricho maravilloso de las tonalidades se une el esplendor de la viveza y realismo indeformable. Un aroma de sólidez,
donosura, fortaleza y paz irreversible fabrican una confección de gran paz interior y armonía del entorno.
En definitiva. creo que es un goce infinito para los sentidos y un deleite para todo aquel que ame y se apasione por el arte vanguardista y de nuestro tiempo.

Tavines por Dios!... pero como puede semejante mier... provocar en tí semejantes sensaciones, divagaciones.... emociones u o como lo quieras llamar?... anda.. anda ven que esto apesta..... (ay, estos hombres!)

Tenía yo tanta fame
caminando pol sendero
quen vez de gran porquería
parecióme un gran fisuelo.

Todo así retorcidico
y de aspecto tan compuesto
que pa ser de un gran culico
tenía no mal aspecto.

Señores que me escuchais
no penseis que es incidencia
que la andorga pida clemencia
a cosas que no gustais.

Y después de descubrir
la sorpresa del encuentro
me fuí cantando y reí
la pena y el sentimiento
de mi barriga vacía
por no tener tal cargamento,
con que adornar la campiña
con tan triste aditamento.

Si os fijais un poco, es la representación de la muerte silenciosa que da vida a la belleza balbuceante y sonora, que rebosante, comienza a eclosionar con una efervescencia fogosa y compulsiva para llenarlo todo de armonía, dulzura y paz interior.

El fenecer da paso al nacer. Y que cosa más amorosa que! Morir por Alguien!
! Dar la vida, aunque inerte, para que algo o alguien resurja de la nada!
El autor de esta instantánea nos invita a recapacitar sobre la brevedad de la vida y la impotancia del amor, la compasión y la amistad que llena nuestra endeble y efímera existencia.
Para que algo nazca, algo tiene que morir. Y que más bello que! Morir por Alguien! ... (ver texto completo)