Que palabras más bonitas. La
amistad nunca se pierde, la llama puede iluminar más o menos pero ahi esta. Gracias por tú amistad.
Me encaanta
Argentina. Mi padre toreo 9 tardes en
Mar de Plata, en el año 1934, estuvo seis mese y vino enemorado de ella y de su gente.
Un fuerte abrazo.