Sin duda es una suerte tener amigos, es un arte cultivarlos. Su secreto consiste en saber pedir a cada amigo sólo lo que cada amigo puede dar.
Para merecer el título de amigo, hay que estar ahí, cómo si no se tuviera otra cosa que hacer que esperar por el parte de la climatología emocional del amigo: Borrascas, Sol Radiante, Rayos y Truenos, Marejadas, Nubosidad Variable..... y.......! El Tsunami!.
Después del tsunami, los amigos son especialmente necesarios para encontrar uno por uno los pedazos de nosotros que han quedado esparcidos por la orilla y han de guardarlos con cariño hasta que puedan ser reconstruidos.
Para merecer el título de amigo, hay que estar ahí, cómo si no se tuviera otra cosa que hacer que esperar por el parte de la climatología emocional del amigo: Borrascas, Sol Radiante, Rayos y Truenos, Marejadas, Nubosidad Variable..... y.......! El Tsunami!.
Después del tsunami, los amigos son especialmente necesarios para encontrar uno por uno los pedazos de nosotros que han quedado esparcidos por la orilla y han de guardarlos con cariño hasta que puedan ser reconstruidos.
Que gran verdad, después del tsunami sólo queda algún amigo, si hay suerte vari@s.
¡QUIEN TIENE UN AMIG@, TIENE UN TESORO!
¡QUIEN TIENE UN AMIG@, TIENE UN TESORO!