MANZANEDA DE OMAÑA: Portada > Opinión FETIVAMENTE / Fulgencio Fernández...

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Hombre que tira pedos, no come kiwi
Ostia, en lleunés ustia (con perdón) ¡cómo se han puesto los señoritos porque huele a boñica en la capital! Y eso que ellos no sacan el abono.
La verdad es que el tema es muy preocupante... para El Corte Inglés porque imagino que no darán abasto a reponer frascos y fusfrises esas rapazas tan amables que están en la planta bajera, según entras por la puerta a mano derecha, esa en la que posan las colonias en el mostrador y llegan los limpios como pinceles y se meten un riego por aspersión a la mano para olerla después y decirle al de al lado, “es suave y fresca, pero la verdad, como Channel no se ha hecho nada”. Sonríen a la rapaza, la rapaza les sonríe a ellos y tan contentos.
Pero en los pueblos son muy recalcitrantes. Estaban esperando una noticia así para hurgar. El otro día, después de enseñar Tele 5 con isobaras y todo cómo le había soldado el eje a la Duquesa de Alba (“ya está otra vez para el salto del tigre”, dice Sidoro, que es muy partidario) conectaron en directo con el cielo de León para explicar a la ciudadanía nacional que un pestilente hedor había tomado la ciudad.
- Entraría por el alfoz; matiza Mediagorra, que es muy crítico con las palabras que se ponen de moda en los periódicos.
- Coño, eso es como cuando vienen aquí los veraneantes de verano, que marcharon hace cuatro días escapaos, y se quejan de que las cuadras huelen a abono y las vacas cagan en la calle; hurga el pedáneo honorífico de Almuzara, que le sangra todavía un poco la herida del Concejo abierto de agosto, que es terrible, “porque vienen todos los ingenieros de secano y ni siquiera le puedes dar con el mango de la azada porque te acusan de falta de Democracia”.
Andábamos avionando que seguramente el olor es porque tuvieron que hacer la cuadra de Mesiapraos en Eras, junto al Musac. “Como no puede en ningún lado. Tiene que estar a un kilómetro del casco urbano, pues resulta que ya hay otro pueblo. Si no hay pueblo, hay un río, y tiene que estar en 500 metros. Tira para abajo, llevaba cubicando río abajo y ya iba por Villaquilambre...”.
Hasta que El Tumbao cambió de canal y zanjó el tema con una sentencia que explica la imposible conexión de lo urbano y lo rural: “Os lo tengo dicho, hombre que tira pedos no come kiwi”.