Jueves, 17 de mayo de 2012
Portada > El Bierzo
FONFRÍA / Moción de censura
Moción de censura en el pueblo abandonado de Fonfría por el dinero de las torres eólicas
Aunque el caserío está en ruinas, según el último censo vivían allí un total de 58 personas
F. L. / Ponferrada
El pequeño pueblo, prácticamente abandonado y en ruinas, de Fonfría, perteneciente al Ayuntamiento de Torre de El Bierzo se ha convertido en el centro de una rocambolesca batalla política que encubre importantes intereses económicos derivados de la ubicación en su término de numerosas torres eólicas, así como de los aprovechamientos cinegéticos y de pastos, que han determinado la remoción de quien venía desempeñando el cargo de presidente de la Junta Vecinal, Carlos Jardino, (del PP) quien el pasado martes fue sustituido por una moción de censura por el candidato de Ecolo Verdes, Salvador Argüello.
Para entender esta batalla política aparentemente insustancial hay que remontarse a principios de la década pasada, cuando el Ayuntamiento de Torre toleró la creación de una Junta Vecinal en Fonfría, una entidad local ficticia, toda vez que el pueblo llevaba abandonado desde los años 70 del siglo pasado y actualmente no viven en él más de cuatro personas. Lo cierto es que se llevaron a cabo decenas de empadronamientos ilegales, tolerados por el Ayuntamiento, cuyo fin era lucrarse del dinero que le correspondía al pueblo por la ubicación en sus terrenos de numerosas torres eólicas pertenecientes a un conocida empresa energética de la zona, así como por el arrendamiento del coto de caza, de los pastos, de los aprovechamientos madereros de sus pinares y del dinero que las administraciones otorgan a las entidades locales menores. Aunque los cálculos son difíciles, las cantidades a percibir por la Junta Vecinal pueden rondar los 70.000 euros anuales, de los que el Ayuntamiento de Torre nunca dio cuenta en los plenos, por lo que su control quedó en manos de la Junta Vecinal, es decir, del presidente, básicamente.
Así las cosas, a 31 de enero de 2010 figuraban empadronadas en Fonfría unas 35 personas. Sin embargo, de cara a las elecciones municipales del 22 de Mayo de 2011 el censo se cerró el 28 de febrero de ese mismo año. Paradójicamente, en el momento del cierre del censo en Fonfría figuraban empadronadas 58 personas con derecho a voto, entre las que llamaban la atención, al menos, dos familiares cercanos del mencionado empresario.
Fue en ese momento cuando Darío Zapico, quien fuera primer alcalde de la democracia en Torre, por la UCD, entró en acción denunciando no sólo el crecimiento desproporcionado del censo, sino también la ilegalidad del primitivo padrón, pues no puede haber 35 personas empadronadas en un pueblo abandonado y en ruinas, como demostró documentalmente, en el que apenas viven un par de hippies llegados de las vecinas ecoaldeas de Matavenero y Poibueno, y un pastor cuya residencia está en la zona de Astorga.
El exalcalde presentó un escrito al Instituto Nacional de Estadística, INE, y una denuncia ante la Junta Electoral de Zona solicitando la nulidad de las candidaturas presentadas en el pueblo de Fonfría. El INE remitió una carta al Ayuntamiento de Torre conminándole a que diera de baja de oficio a los indebidamente empadronados. La Junta Electoral de Zona, por su parte, dio traslado de la denuncia a la Junta Electoral Provincial, quien, reconociendo la oportunidad de la pretensión de Zapico, le negó, no obstante, legitimación para denunciar los hechos, por no ser ni el Ayuntamiento (a la postre el infractor) ni un partido político n i un candidato.
Sin embargo, una vez celebradas las elecciones y ganada la Junta Vecinal por el PP, el Ayuntamiento de Torre procedió a dar de baja de oficio a los empadronados que no residían allí, es decir todos, para lo cual hubo de notificarles mediante el Boletín Oficial de la Provincia (BOP del 30 de mayo de 2011), ya que, como es lógico, Correos no reparte en Fonfría. El BOP anuncia el inicio de la baja nada menos que de 49 personas, entre ellas el propio pedáneo.
Ahora bien, tras varios problemas surgidos con las notificaciones los miembros de la candidatura de Ecolo Verdes consiguieron sacar adelante una moción de censura contra el anterior pedáneo colocando a su candidato al frente de la Junta Vecinal, un candidato que tampoco está empadronado en el pueblo, donde según testigos, sólo posee un colmenar.
El proceso no se ha cerrado, pues cabe la posibilidad de que este nuevo pedáneo también tenga que ser depuesto de su cargo. Sin embargo, la pugna por hacerse con los dineros del viento, del coto y de los pastos sigue abierta.
Según Darío Zapico, la única solución justa a este problema pasa por disolver la Junta Vecinal fantasma de Fonfría y que tanto los vienes como el dinero que estos generan sean disfrutados, pero también gestionados y fiscalizados por el Ayuntamiento de Torre.
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FONFRÍA / Moción de censura
Moción de censura en el pueblo abandonado de Fonfría por el dinero de las torres eólicas
Aunque el caserío está en ruinas, según el último censo vivían allí un total de 58 personas
F. L. / Ponferrada
El pequeño pueblo, prácticamente abandonado y en ruinas, de Fonfría, perteneciente al Ayuntamiento de Torre de El Bierzo se ha convertido en el centro de una rocambolesca batalla política que encubre importantes intereses económicos derivados de la ubicación en su término de numerosas torres eólicas, así como de los aprovechamientos cinegéticos y de pastos, que han determinado la remoción de quien venía desempeñando el cargo de presidente de la Junta Vecinal, Carlos Jardino, (del PP) quien el pasado martes fue sustituido por una moción de censura por el candidato de Ecolo Verdes, Salvador Argüello.
Para entender esta batalla política aparentemente insustancial hay que remontarse a principios de la década pasada, cuando el Ayuntamiento de Torre toleró la creación de una Junta Vecinal en Fonfría, una entidad local ficticia, toda vez que el pueblo llevaba abandonado desde los años 70 del siglo pasado y actualmente no viven en él más de cuatro personas. Lo cierto es que se llevaron a cabo decenas de empadronamientos ilegales, tolerados por el Ayuntamiento, cuyo fin era lucrarse del dinero que le correspondía al pueblo por la ubicación en sus terrenos de numerosas torres eólicas pertenecientes a un conocida empresa energética de la zona, así como por el arrendamiento del coto de caza, de los pastos, de los aprovechamientos madereros de sus pinares y del dinero que las administraciones otorgan a las entidades locales menores. Aunque los cálculos son difíciles, las cantidades a percibir por la Junta Vecinal pueden rondar los 70.000 euros anuales, de los que el Ayuntamiento de Torre nunca dio cuenta en los plenos, por lo que su control quedó en manos de la Junta Vecinal, es decir, del presidente, básicamente.
Así las cosas, a 31 de enero de 2010 figuraban empadronadas en Fonfría unas 35 personas. Sin embargo, de cara a las elecciones municipales del 22 de Mayo de 2011 el censo se cerró el 28 de febrero de ese mismo año. Paradójicamente, en el momento del cierre del censo en Fonfría figuraban empadronadas 58 personas con derecho a voto, entre las que llamaban la atención, al menos, dos familiares cercanos del mencionado empresario.
Fue en ese momento cuando Darío Zapico, quien fuera primer alcalde de la democracia en Torre, por la UCD, entró en acción denunciando no sólo el crecimiento desproporcionado del censo, sino también la ilegalidad del primitivo padrón, pues no puede haber 35 personas empadronadas en un pueblo abandonado y en ruinas, como demostró documentalmente, en el que apenas viven un par de hippies llegados de las vecinas ecoaldeas de Matavenero y Poibueno, y un pastor cuya residencia está en la zona de Astorga.
El exalcalde presentó un escrito al Instituto Nacional de Estadística, INE, y una denuncia ante la Junta Electoral de Zona solicitando la nulidad de las candidaturas presentadas en el pueblo de Fonfría. El INE remitió una carta al Ayuntamiento de Torre conminándole a que diera de baja de oficio a los indebidamente empadronados. La Junta Electoral de Zona, por su parte, dio traslado de la denuncia a la Junta Electoral Provincial, quien, reconociendo la oportunidad de la pretensión de Zapico, le negó, no obstante, legitimación para denunciar los hechos, por no ser ni el Ayuntamiento (a la postre el infractor) ni un partido político n i un candidato.
Sin embargo, una vez celebradas las elecciones y ganada la Junta Vecinal por el PP, el Ayuntamiento de Torre procedió a dar de baja de oficio a los empadronados que no residían allí, es decir todos, para lo cual hubo de notificarles mediante el Boletín Oficial de la Provincia (BOP del 30 de mayo de 2011), ya que, como es lógico, Correos no reparte en Fonfría. El BOP anuncia el inicio de la baja nada menos que de 49 personas, entre ellas el propio pedáneo.
Ahora bien, tras varios problemas surgidos con las notificaciones los miembros de la candidatura de Ecolo Verdes consiguieron sacar adelante una moción de censura contra el anterior pedáneo colocando a su candidato al frente de la Junta Vecinal, un candidato que tampoco está empadronado en el pueblo, donde según testigos, sólo posee un colmenar.
El proceso no se ha cerrado, pues cabe la posibilidad de que este nuevo pedáneo también tenga que ser depuesto de su cargo. Sin embargo, la pugna por hacerse con los dineros del viento, del coto y de los pastos sigue abierta.
Según Darío Zapico, la única solución justa a este problema pasa por disolver la Junta Vecinal fantasma de Fonfría y que tanto los vienes como el dinero que estos generan sean disfrutados, pero también gestionados y fiscalizados por el Ayuntamiento de Torre.