La idea de que las campanas evitaban los granizos y atraían la lluvia buena, la lluvia sin granizo, está mezclada con la idea de que las tormentas las producen duendes malignos, contra los que se puede luchar con la fe de Cristo...
Esto ocurría no sólo en España sino en toda Europa.
Para muchos miembros de la Iglesia permitir que las campanas de las Iglesias tañeran para espantar tormentas era algo diabólico. Se intentó prohibir, pero la creencia estaba demasiado arraigada así que se trató de contemporizar. Diversos teólogos, incluyendo al gran 'Lord Bacon', que las campanas de las iglesias podían, bajo la sanción de la Providencia, dispersar las tormentas agitando el aire. Esta idea fue arraigando en algunos sitios, aunque muchos eclesiásticos entonces plantearon que los cañones eran entonces instrumentos mucho más piadosos.
Pero cuando llegó el principio de la era científica se descubrió que el granizo se formaba en las nubes llamadas cumulonimbus porque, tal como hemos explicado, dentro de ella había una fuerte corriente ascendente de aire, agua sobreenfriada... Por ello trataron de justificar científicamente que el tañido de las campanas destruía los granizos. Las ondas sonoras -según esta teoría- movían el aire e impedían que el agua se transformase en hielo.
Las campanas de nuestros pueblos siguieron tocando diversos toques para ahuyentar a las tormentas y a los granizos.
Tin-ti-lin-nublo, Toque Nublo, [{tan-ta-ra-una http://www. cult. gva. es/gcv/sonor/campana119. mp3}]
Esto ocurría no sólo en España sino en toda Europa.
Para muchos miembros de la Iglesia permitir que las campanas de las Iglesias tañeran para espantar tormentas era algo diabólico. Se intentó prohibir, pero la creencia estaba demasiado arraigada así que se trató de contemporizar. Diversos teólogos, incluyendo al gran 'Lord Bacon', que las campanas de las iglesias podían, bajo la sanción de la Providencia, dispersar las tormentas agitando el aire. Esta idea fue arraigando en algunos sitios, aunque muchos eclesiásticos entonces plantearon que los cañones eran entonces instrumentos mucho más piadosos.
Pero cuando llegó el principio de la era científica se descubrió que el granizo se formaba en las nubes llamadas cumulonimbus porque, tal como hemos explicado, dentro de ella había una fuerte corriente ascendente de aire, agua sobreenfriada... Por ello trataron de justificar científicamente que el tañido de las campanas destruía los granizos. Las ondas sonoras -según esta teoría- movían el aire e impedían que el agua se transformase en hielo.
Las campanas de nuestros pueblos siguieron tocando diversos toques para ahuyentar a las tormentas y a los granizos.
Tin-ti-lin-nublo, Toque Nublo, [{tan-ta-ra-una http://www. cult. gva. es/gcv/sonor/campana119. mp3}]