SOCIEDAD /
Regresan a Lugueros las huestes de‘El arriero’
La familia más famosa de la comarca, los poderosos Fierro, se reunirá en el pueblo del que salió el patriarca Toribio
F. Fernández / Lugueros
En la montaña del Curueño decir ‘los Fierro’ es hablar de la familia más conocida de la comarca, de un imperio empresarial que, suelen decir, ‘‘porque están repartidas en muchas empresas, familias y países sino ¿de qué iba a ser más rico Amancio Ortega que los herederos de don Ildefonso’’. No les debe faltar razón y así lo atestigua un libro de reciente publicación, ‘Ildefonso Fierro. La aventura de un emprendedor’, en el que el ‘árbol genealógico’ de las empresas ocupa varias páginas: la banca (fundó el Banco Ibérico), las finanzas, la minería, el transporte marítimo, la exploración y el refino de petróleo y, sobre todo, la empresa por la que más conocido fue, la fosforera española, en los tiempos en los que ‘lacerilla’ estaba en todas las casas, encendía todas las cocinas y un buen número de los cigarros que también fabricaban algunas de las empresas de este empresario nacido en Lugueros en 1882 y fallecido en Madrid en 1961. También en León quedan algunos restos de su esplendor, como el famoso chalet de los Fierro en la avenida Padre Isla, el edificio Fierro que fue sede del Museo de León y hoy lo es del Instituto Leonés del Cultura o las famosas caldas de Nocedo, hoy casi en ruinas al no haber prosperado ninguna de las iniciativas para volverlas a poner en funcionamiento, muchos edificios públicos o la iglesia de Lugueros y el recuerdo de su famosa casona. También queda en León algún miembro de la familia, como el singular dominico Luis G. Fierro, que rondando los 90 años conduce cada día su coche desde La Virgen del Camino a León para comprar la prensa, dar un paseo, charlar con los amigos…
Sin embargo, las gentes del Curueño de más edad, los que conocieron a alguno de los protagonistas de esta saga familiar, se van a otro nombre anterior al del gran empresario que fue Ildefonso Fierro. Ellos hablan de ‘tío Toribio’, un arriero al que pocas cosas le asustaban, y recuerdan que en él está el origen de ‘los Fierro’, también su amor por esta tierra, en la que está enterrado, aunque los negocios más florecientes los hiciera en Asturias.
Todos los Fierro que quieran y puedan se van a reunir en los primeros días del mes de septiembre en la tierra donde está el origen de la saga y el imperio empresarial: Lugueros. Hasta allí llegarán desde diversos países (hasta el punto que algunos de ellos físicamente no se conocen, lo harán en este encuentro), allí se reunirán empresarios y gentes con varios títulos nobiliarios, algunos nombres conocidos de la prensa rosa (como la famosa Cuqui Fierro), convocados por el Ayuntamiento de Valdelugueros, que les va a rendir un homenaje colocando una placa que recuerde este acto y entregándoles el título de ‘Vecinos de honor’ del municipio.
Toribio ‘El arriero’
Para las gentes del alto Curueño, como se ha dicho, el primer nombre que se les viene a la memoria, al hablar de los Fierro, es el de Toribio ‘el arriero’ y es lógico pues en su espíritu emprendedor está el origen de todo, por más que su hijo Ildefonso multiplicara por mil lo recibido.
Toribio González Fierro, el ‘patriarca’, había nacido en Tolivia de Arriba, en 1853. Con 22 años se casó con Genoveva Ordóñez y tuvieron 11 hijos, el segundo de ellos es Ildefonso —que ya se apellida Fierro pues en 1955 (el 10 de mayo) cambió su apellido de González Fierro por Fierro- nació en Lugueros en 1882.
Eran las tierras altas de Los Argüellos, en las que estas familias está documentado que vivían desde hace siglos, zonas muy aisladas, con unas angostas hoces en el camino hacia León y cercanas a Asturias, pero a través de los montes. Toribio era, como tantos en Valdelugueros, arriero, comerciando mucho con Asturias, donde decidió instalarse en 1870, en Soto del Barco, para fundar allí la Sociedad Fierro Hermanos, que abre casa en 1905 en San Esteban de Pravia, con la que se quedaría Toribio Fierro tres años después cuando ‘se separó’ de su hermano Félix, que pasño a regentar los negocios de Soto del Barco.
Con sus hijos Valentín, Ildefonso, Federico, Félix y José funda la Sociedad Regular Colectiva Toribio Fierro e Hijos. Con el tiempo los hijos se fueron instalando en otros lugares, siguiendo la máxima que le atribuyen a su padre como primer mandamiento: “El que más sepa que más diga, el que más pueda que más haga”.
Falleció en León en 1928.
http://www. lacronicadeleon. es/2012/08/26/vivir/regresan-a -lugueros-las-huestes-deel-arr iero-158703. htm
Regresan a Lugueros las huestes de‘El arriero’
La familia más famosa de la comarca, los poderosos Fierro, se reunirá en el pueblo del que salió el patriarca Toribio
F. Fernández / Lugueros
En la montaña del Curueño decir ‘los Fierro’ es hablar de la familia más conocida de la comarca, de un imperio empresarial que, suelen decir, ‘‘porque están repartidas en muchas empresas, familias y países sino ¿de qué iba a ser más rico Amancio Ortega que los herederos de don Ildefonso’’. No les debe faltar razón y así lo atestigua un libro de reciente publicación, ‘Ildefonso Fierro. La aventura de un emprendedor’, en el que el ‘árbol genealógico’ de las empresas ocupa varias páginas: la banca (fundó el Banco Ibérico), las finanzas, la minería, el transporte marítimo, la exploración y el refino de petróleo y, sobre todo, la empresa por la que más conocido fue, la fosforera española, en los tiempos en los que ‘lacerilla’ estaba en todas las casas, encendía todas las cocinas y un buen número de los cigarros que también fabricaban algunas de las empresas de este empresario nacido en Lugueros en 1882 y fallecido en Madrid en 1961. También en León quedan algunos restos de su esplendor, como el famoso chalet de los Fierro en la avenida Padre Isla, el edificio Fierro que fue sede del Museo de León y hoy lo es del Instituto Leonés del Cultura o las famosas caldas de Nocedo, hoy casi en ruinas al no haber prosperado ninguna de las iniciativas para volverlas a poner en funcionamiento, muchos edificios públicos o la iglesia de Lugueros y el recuerdo de su famosa casona. También queda en León algún miembro de la familia, como el singular dominico Luis G. Fierro, que rondando los 90 años conduce cada día su coche desde La Virgen del Camino a León para comprar la prensa, dar un paseo, charlar con los amigos…
Sin embargo, las gentes del Curueño de más edad, los que conocieron a alguno de los protagonistas de esta saga familiar, se van a otro nombre anterior al del gran empresario que fue Ildefonso Fierro. Ellos hablan de ‘tío Toribio’, un arriero al que pocas cosas le asustaban, y recuerdan que en él está el origen de ‘los Fierro’, también su amor por esta tierra, en la que está enterrado, aunque los negocios más florecientes los hiciera en Asturias.
Todos los Fierro que quieran y puedan se van a reunir en los primeros días del mes de septiembre en la tierra donde está el origen de la saga y el imperio empresarial: Lugueros. Hasta allí llegarán desde diversos países (hasta el punto que algunos de ellos físicamente no se conocen, lo harán en este encuentro), allí se reunirán empresarios y gentes con varios títulos nobiliarios, algunos nombres conocidos de la prensa rosa (como la famosa Cuqui Fierro), convocados por el Ayuntamiento de Valdelugueros, que les va a rendir un homenaje colocando una placa que recuerde este acto y entregándoles el título de ‘Vecinos de honor’ del municipio.
Toribio ‘El arriero’
Para las gentes del alto Curueño, como se ha dicho, el primer nombre que se les viene a la memoria, al hablar de los Fierro, es el de Toribio ‘el arriero’ y es lógico pues en su espíritu emprendedor está el origen de todo, por más que su hijo Ildefonso multiplicara por mil lo recibido.
Toribio González Fierro, el ‘patriarca’, había nacido en Tolivia de Arriba, en 1853. Con 22 años se casó con Genoveva Ordóñez y tuvieron 11 hijos, el segundo de ellos es Ildefonso —que ya se apellida Fierro pues en 1955 (el 10 de mayo) cambió su apellido de González Fierro por Fierro- nació en Lugueros en 1882.
Eran las tierras altas de Los Argüellos, en las que estas familias está documentado que vivían desde hace siglos, zonas muy aisladas, con unas angostas hoces en el camino hacia León y cercanas a Asturias, pero a través de los montes. Toribio era, como tantos en Valdelugueros, arriero, comerciando mucho con Asturias, donde decidió instalarse en 1870, en Soto del Barco, para fundar allí la Sociedad Fierro Hermanos, que abre casa en 1905 en San Esteban de Pravia, con la que se quedaría Toribio Fierro tres años después cuando ‘se separó’ de su hermano Félix, que pasño a regentar los negocios de Soto del Barco.
Con sus hijos Valentín, Ildefonso, Federico, Félix y José funda la Sociedad Regular Colectiva Toribio Fierro e Hijos. Con el tiempo los hijos se fueron instalando en otros lugares, siguiendo la máxima que le atribuyen a su padre como primer mandamiento: “El que más sepa que más diga, el que más pueda que más haga”.
Falleció en León en 1928.
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