En España contamos con 3 especies diferentes de víboras cuyos venenos son solo moderadamente potentes cuando los comparamos con otras especies extranjeras y como ocurre en todas partes estos animales son odiados, temidos y vilipendiados, poco menos que la escoria de nuestra fauna pero ¿Se merecen este trato? La verdad es que no, como las otras serpientes nuestras víboras solo quieren llevar una existencia tranquila y solo muerden cuando es absolutamente necesario, desgraciadamente cuando los caminos del hombre y la víbora se cruzan suele ser el ser humano el que ataca primero al considerarlas poco menos que animales nocivos o alimañas, esto ha causado y causa no pocos accidentes al verse estos reptiles forzados a defenderse.