En España contamos con 3 especies diferentes de víboras cuyos venenos son solo moderadamente potentes cuando los comparamos con otras especies extranjeras y como ocurre en todas partes estos animales son odiados, temidos y vilipendiados, poco menos que la escoria de nuestra fauna pero ¿Se merecen este trato? La verdad es que no, como las otras serpientes nuestras víboras solo quieren llevar una existencia tranquila y solo muerden cuando es absolutamente necesario, desgraciadamente cuando los caminos del hombre y la víbora se cruzan suele ser el ser humano el que ataca primero al considerarlas poco menos que animales nocivos o alimañas, esto ha causado y causa no pocos accidentes al verse estos reptiles forzados a defenderse.
Se denomina ofidismo a todo síndrome provocado por la inoculación de veneno en el ser humano y accidente ofídico a todos aquellos casos provocados por la mordedura de una serpiente En nuestro país los accidentes ofídicos causados por nuestras víboras parecen ser que ocurren de manera relativamente común, desde 1965 hasta 1980, 125 casos de mordeduras de Vipera latastei, 80 por Vipera aspis y 23 por Vipera seoanei requirieron tratamiento. La mortalidad por mordeduras de víboras en España oscila entre las 3 y 8 personas anualmente (Datos extraídos de “Clinical aspects of bites by viper in Spain” Delfín Gonzalez. Toxicon Vol. 20 nº 1. Pp 349-353. 1982). El mismo autor observó que desde 1980 hasta 1987 se produjeron 11. 915 casos con 41 casos mortales en nuestro paí