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MEDIO AMBIENTE/ Curso
“Al avetoro podría recuperarse pero no hay voluntad institucional”
Eduardo Sotolargo Meroño habla hoy sobre ‘Bramar en la niebla. El avetoro’

LC
F. Fernández / León
El avetoro es la última de las especies en peligro de extinción que protagonizan el ‘Curso de manejo y gestión de especies animales en peligro de extinción’ que viene organizando la Oficina Verde de la Universidad de León. Los asistentes ya han conocido la situación que viven el oso, el urogallo y el quebrantahuesos y esta tarde, (a partir de las 19 horas en Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales), Eduardo Sotolargo Meroño abordará la realidad del avetoro en una ponencia que ha titulado con un título muy sugerente ‘Bramar en la niebla’ que él mismo explica. “El avetoro es una especie muy difícil de observar, aunque sí podemos saber que está por sus cantos”.
Sotolargo explica que “es evidente que la situación es muy preocupante sobre el número de avetoros que puede haber en nuestros humedales pero, a su vez, es muy difícil de valorar con cifras exactas pues es una especie con mucha movilidad y, además, es un ave migratoria por lo que, dependiendo cómo haya sido el año y cómo encuentre su hábitat, puede haber gran diferencia de un año a otro, siempre en cifras muy preocupantes”.
El propio Sotolargo explicaba en un trabajo conjunto con Alberto Bertolero, sobre censos de 2002, que “su población actual no debe superar los 25 machos territoriales, y el valle medio del Ebro mantiene la principal población, con 12-17 machos”, unas cifras muy significativas y también es muy contundente en el diagnóstico: “La principal causa de estePeligro Crítico (CR) es la mala gestión del hábitat”.
Sin embargo, Sotolargo no es del todo pesimista pues se trata de una especie con capacidad de recuperación y que en tierra como León podría tener algunos elementos que pudieran albergar cierto optimismo. “El avetoro depende de los humedales y los hay, tanto naturales como artificiales, que permiten hablar de una población residente. Lo que ocurre es que la gestión de los humedales está muy vinculada a la agricultura a los riegos y sería necesaria una mayor coordinación entre los intereses de los regantes y los de los defensores de especies como el avetoro, a los que no se hace ningún caso y en muchas ocasiones se destruyen los nidos ya con cría por falta de una mínima sensibilidad”. Y Eduardo Sotolargo recuerda que él mismo participó en un proyecto sobre lineas de trabajo en este aspecto “y no hemos tenido ninguna respuesta de la administración”, señalando que en lugares como Inglaterra, con una conciencia ecológica más clara “han logrado recuperar el avetoro después de haber desaparecido”.
La clave, señala, está en “manejar el hábitat de manera adecuada. “En la mayoría de los humedales se controla el régimen hídrico y los carrizales se hacen más densos e inapropiados y requieren quemas controladas, siega o pastoreo con herbívoros. Los contaminantes industriales y agrícolas pueden perjudicar al hábitat así como los tendidos eléctricos cercanos a las aves, por señalar algunas acciones concretas y fáciles”.