Gracias,
Cielo, por enderechar las cosas torcidas. Por fín, lo levantaste de su letargo. Ahora se le ve en todo su esplendor. Lo que no logres tú, de ninguna forma se conseguirá.
¿Verdad que era bonita la época de Isabel II en nuestra amada Omaña..?.
Que sus sonoras y plácidas campanadas, lleguen y alegren el corazón de todas las gentes de nuestra tierra.
Un beso muy fuerte, Preeciosidad.
! ARTISTAZA!.