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MANZANEDA DE OMAÑA: Estoy de acuerdo con este SEÑOR,, un aplauso para el...

Desconfiando pues de las formulaciones del padre Astete, que en modo alguno ordenaba semejante sumisión, acudí a las fuentes originales y empecé a comprender a Abraham, y a tener claro que el intérprete Astete nos había colado una versión edulcorada de lo que en su día había dicho Dios. En el Éxodo 20:1-6 las cosas están muy claritas, según dijo Moisés que había dicho Dios:

“Y habló DIOS todas estas palabras, diciendo: Yo soy tu Yahvé tú DIOS, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás ante ninguna imagen, ni las honrarás; porque yo soy Yahveh tu DIOS, fuerte, celoso, que castigo la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.”.

Más que asustar, acojona. Hijos, nietos, biznietos y lo siguiente, purgarán si sus padres habían osado no honrar al Padre Supremo. Con estos pronunciamientos, hasta se entiende la locura de Abraham, pues el Padre se las traía. De este párrafo tremendo, el intérprete Astete pasa a un escueto “amar a Dios sobre todas las cosas”, quizá para no asustar, pero es muy contundente el añadido “sobre todas las cosas“. Dentro de todas las cosas están la familia, la patria, el rey, etc. Cualquier acción está bien vista si se justifica por el amor a Dios. Incluso las guerras, que siempre son malas menos en este caso que pasan a denominarse “santas” o la tortura deja de serlo si la practica la “Santa” Inquisición, por ejemplo.

Como Dios es lejano y casi siempre abstruso, son necesarios los introductores, los intermediarios como el padre Astete que nos interpreten lo que Dios quiso decir en cada ocasión en que se manifestó y cómo sus mandamientos son inexcusables. Y si no, ya se sabe,

“….. castigo la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen…..”

Es una constante que alrededor de todo dios, siempre hay personas interpuestas que nos dicen que Dios les dijo tal o cual cosa y que les dio el encargo de transmitirlo. Y ya de puestos, lo que Dios dijo hay que adecuarlo a la mentalidad de cada pueblo, a su cultura y a las circunstancias de cada momento. Hay que interpretarlo y complementarlo porque Dios habla tan pocas veces y las situaciones son tan cambiantes, que toda circunstancia nueva hay que analizarla a partir de lo poco que Dios dijo hace mucho tiempo. Ahí están los sumos sacerdotes, los escribas, los curas, los intérpretes en suma, que reprocesan y adaptan palabras antiguas a cada momento histórico.

Y aquí viene la gran pregunta. Si los intérpretes interpretan y tienen molino propio al que deberán llevar agua para que muela, ¿nos transmitirán lo que Dios dijo, en caso de que lo dijera, o en esta tarea de interpretación y adaptación arrimarán el ascua a su sardina? La pregunta me surge al ver la crudeza del mensaje que trajo Moisés y el utilitarismo que percibo en su instauración como norma moral. Es inevitable pensar en el ánimo de asustar para forzar a que se cumplan los preceptos.

Creo que los diez mandamientos que según Moisés eran la Ley de Dios, son básicamente un armazón de obligaciones morales dirigido a proteger el estatus de los que dominaban la escena. Es decir, a los intermediarios con Dios e intérpretes de sus palabras y a los poderosos de cada momento. Las normas morales han servido para ejercer el control sobre cuestiones terrenales.

Pues bien, me cuesta creer que lo que dice el Éxodo lo haya dicho el Dios de los judíos, que luego pasó a ser también el dios de los cristianos. A juzgar por lo poco que Dios ha hablado en los últimos veinte y pico siglos, desde que lo hizo a través de su hijo Jesucristo, y viendo cómo el mundo se ha venido descontrolando, me cuesta creer que ahí arriba haya alguien al mando. Pudiera ser que todo sea más sencillo de lo que nos contaban en la iglesia y en clase de religión.

Estoy de acuerdo con este SEÑOR,, un aplauso para el plas plas plas.
Un saludo para el.