Fueron halladas en uno de los mejores cotos de pesca de León, El Castillo, en Vegarienza
Unos furtivos envenenan más de dos mil truchas en el río Omaña
Se utilizó lejía para pescar y el Seprona y la guardería forestal de la Junta buscan a los autores
j. a. o. / p. o. | león 18/07/2003
La guardería forestal de la Junta y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investigan el envenamiento de más de dos mil truchas que aparecieron muertas en el coto El Castillo de Vegarienza (Riello), uno de los dos mejores para la práctica de la pesca en la provincia de León. Algunos pescadores ayudaron a agentes forestales anteayer y ayer a recoger los centenares de truchas que en la tarde del martes aparecieron muertas en varios pozos de la zona, a unos 300 metros río arriba de Vegarienza; sólo en esa tarde sacaron 230 de los lugares más accesibles. Según pescadores que vieron la zona y fuentes del servicio de Medio Ambiente de la Junta en León, todo indica que sufrieron un envenenamiento con lejía. Se trata de una práctica habitual de «veraneantes», que buscan llenar las cestas rápidamente para darse un banquete. Se da la circunstancia de que con este método que las truchas mueren por asfixia -la lejía empobrece el oxígeno del agua-, pero no penetra en el tejido interno de las truchas lo que hace que sigan siendo comestibles. La pesca furtiva con este método por parte de desaprensivos suele ser habitual en el río Omaña en verano: se buscan grandes capturas y fáciles para satisfacer «meriendas» del afamado pez. «Los guardas forestales no pueden llegar a todos los sitios, y esta gente aprovecha. En los pueblos se suele saber quienes son, pero nadie delata: es como con los incendios», señalaban desde la Junta ayer. No obstante, el Seprona busca pistas para tratar de dar con los furtivos desaprensivos que han dañado irremisiblemente esta zona para la pesca al menos esta temporada. Según el experto Pedro Vizcay, el coto de El Castillo, es uno de los dos mejores cotos de León para la pesca. Este envenenamiento provocará, adelanta, un gran daño para la temporada de este año y puede que para el que viene. Apunta que es una zona en la que hay abundante furtivismo cada verano, a pesar de que el Omaña es uno de los pocos ríos que conservan la trucha leonesa «de siempre» la «fario», gracias a que no hubo nunca repoblaciones con otras especies y a pesar de que es un curso medio: hay una excelente reproducción cada año. «Los pescadores venimos diciendo que no hay guardería del río, los forestales en estas fechas no dan abasto con vigilar lo de siempre y los incendios; y los furtivos aprovechan», afirma Vizcay.
http://www. diariodeleon. es/noticias/comarcas/furtivos- envenenan-mas-dos-mil-truchas- rio-omana_90991. html
Unos furtivos envenenan más de dos mil truchas en el río Omaña
Se utilizó lejía para pescar y el Seprona y la guardería forestal de la Junta buscan a los autores
j. a. o. / p. o. | león 18/07/2003
La guardería forestal de la Junta y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investigan el envenamiento de más de dos mil truchas que aparecieron muertas en el coto El Castillo de Vegarienza (Riello), uno de los dos mejores para la práctica de la pesca en la provincia de León. Algunos pescadores ayudaron a agentes forestales anteayer y ayer a recoger los centenares de truchas que en la tarde del martes aparecieron muertas en varios pozos de la zona, a unos 300 metros río arriba de Vegarienza; sólo en esa tarde sacaron 230 de los lugares más accesibles. Según pescadores que vieron la zona y fuentes del servicio de Medio Ambiente de la Junta en León, todo indica que sufrieron un envenenamiento con lejía. Se trata de una práctica habitual de «veraneantes», que buscan llenar las cestas rápidamente para darse un banquete. Se da la circunstancia de que con este método que las truchas mueren por asfixia -la lejía empobrece el oxígeno del agua-, pero no penetra en el tejido interno de las truchas lo que hace que sigan siendo comestibles. La pesca furtiva con este método por parte de desaprensivos suele ser habitual en el río Omaña en verano: se buscan grandes capturas y fáciles para satisfacer «meriendas» del afamado pez. «Los guardas forestales no pueden llegar a todos los sitios, y esta gente aprovecha. En los pueblos se suele saber quienes son, pero nadie delata: es como con los incendios», señalaban desde la Junta ayer. No obstante, el Seprona busca pistas para tratar de dar con los furtivos desaprensivos que han dañado irremisiblemente esta zona para la pesca al menos esta temporada. Según el experto Pedro Vizcay, el coto de El Castillo, es uno de los dos mejores cotos de León para la pesca. Este envenenamiento provocará, adelanta, un gran daño para la temporada de este año y puede que para el que viene. Apunta que es una zona en la que hay abundante furtivismo cada verano, a pesar de que el Omaña es uno de los pocos ríos que conservan la trucha leonesa «de siempre» la «fario», gracias a que no hubo nunca repoblaciones con otras especies y a pesar de que es un curso medio: hay una excelente reproducción cada año. «Los pescadores venimos diciendo que no hay guardería del río, los forestales en estas fechas no dan abasto con vigilar lo de siempre y los incendios; y los furtivos aprovechan», afirma Vizcay.
http://www. diariodeleon. es/noticias/comarcas/furtivos- envenenan-mas-dos-mil-truchas- rio-omana_90991. html