Es una vista de la puerta del mediodía. Sus arcos son perfectamente semicirculares, se encuadran en una especie de frontón, limitado en su contorno por el relieve de una línea rectangular, llamada alfiz o albarrá, la cual también nos está diciendo algo de su influencia mozárabe. Es otra vista lateral el santuario.
Realmente es uno de esos lugares que merece la pena visitar, lugar en el que te puedes perder por unas horas.