El origen más remoto se podría situar en la denominada Corona de los Castros, un asentamiento prerromano con mucha importancia en la zona puesto que permitía el control de buena parte del Bierzo Alto. No obstante, el verdadero surgimiento del
pueblo vendría con la creación de pequeños núcleos poblacionales vinculados a la explotación aurífera
romana de
Castropodame. Los primeros datos que hablan de
Matachana son del s. X. Los antiguos núcleos
romanos habrían permanecido durante la Alta Edad Media constituyendo pequeños
pueblos o
barrios. Estos barrios serían los de "Matiella" año 1162, "
Nogal de Matilla",
San Pelayo año 1018, "Mataxana" año 946 y "Redgada" o "
Santa Eulalia" año 1191 (actual
barrio de la
Cerámica). Este último era el que más importancia tenía y en el que se encontraba el "Casar de los García" y la
iglesia parroquial dedicada a la mártir Santa Eulalia (se encontraba donde están los
olivos de la cerámica), posteriormente mandada derribar por la construcción de la Iglesia actual. De los núcleos de San Pelayo y Matiella se sabe donde se encontraban sus respectivas necrópolis. En cuanto al barrio de "Mataxana", que sería el que se acabó imponiendo al resto en el siglo XVI, tal vez por su mejor ubicación, se sabe que existía una
ermita dedicada a San Roque. En la Edad Media con la llegada de la peste negra y con la alta mortalidad que acarreó se instituyó un voto comunitario a San Roque, patrón de las epidemias para que salvara al pueblo de la enfermedad. Por intercesión o no del
santo, la peste cesó y se quiso premiar a San Roque con el patronazgo del pueblo, desplazando así a Santa Eulalia, con la consiguiente destrucción de la antigua iglesia y la construcción de la actual. La imagen de Santa Eulalia, al parecer una talla de gran valor, hasta no hace mucho tiempo se conservaba en la iglesia según el testimonio de los más mayores del pueblo; en la actualidad está en paradero desconocido.