En estos días en los que las pelonas son diarias, y si una es dura lo otra lo es más, las mañanas despiertan con calles y campos vestidos de blanco, pero la gente es dura y aguanta bien las temperaturas. Allá a media mañana, cuando el sol empieza tener un poco de fuerza, algunos hombres fuera ya de servicio, y otra gente que sigue en él, buscan en las eras de arriba, al arrimo de las paredes de la caseta de Mauro. el sol que calienta un poquito el alto plano Leonés. Si hay suerte, la brisa tirará ... (ver texto completo)