e un hombre le hacía señas desde las laderas, y cuando empezó a sentir voces que le llamaban por su nombre y le decían: sácame de aquí que hay mucha humedad…, sácame de aquí, que tengo mucho frio…pues eso, una
noche cogió el azadón, se fue a las laderas del Soladrero, lo desenterró, y después de confesar su crimen, dicen que desapareció del
pueblo, y que alguien, no sé quién, un día, no recuerdo donde, vio a un loco que se parecía mucho a él) de los años buenos del vino, cuando las
bodegas eran de
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