Las alfombras turcas tienen fama mundial, las hacen de lana, lana y algodón, sólo algodón, algodón y seda, y las más valiosas las de seda natural. El gobierno turco ha creado una red de escuelas de alfombras en esta zona en las que las muchachas pasan un año entero aprendiendo la técnica y practicandola, después las tejen desde sus casas y las propias escuelas, que tambien suelen ser museo y tienda las certifican y venden, con lo que tienen la posibilidad de trabajar desde sus casas y segurarse unos ingresos suficientes para sus necesidades.