Soy quien desde Cuba, llevó el ángel de mi abuelo. Como tantos españoles, llegó con 20 años a esta isla, en un incierto viaje de comienzo. No fue hasta hace algunos años, que convocada por mi amorosa familia española, regresé al pequeño pueblo. Nadie de mi numerosa familia, había podido estar allí. Llegamos en la noche y un temblor recorrió mi cuerpo, la emoción me llevó al llanto. Abuelo Constante, estaba allí. (Fernando Constantino Fernández Vega)
Imaginen mi rostro de asombro cuando vi una lápida con el nombre de mi única hermana: Lecinia. Tal vez hayan dos en este mundo y una es cubana. Por aquí jamás hemos encontrado ese nombre entre los herederos de la cultura española. El mío también es "castellano", pero heredado de las dos abuelas.
Me encantaría volver. Tengo una conexión con ese lugar entrañable, al cual le dedicaré un tiempo para escribir.
Reciban mi abrazo desde Cuba.
Imaginen mi rostro de asombro cuando vi una lápida con el nombre de mi única hermana: Lecinia. Tal vez hayan dos en este mundo y una es cubana. Por aquí jamás hemos encontrado ese nombre entre los herederos de la cultura española. El mío también es "castellano", pero heredado de las dos abuelas.
Me encantaría volver. Tengo una conexión con ese lugar entrañable, al cual le dedicaré un tiempo para escribir.
Reciban mi abrazo desde Cuba.