Buenos días Morgovejo:
Estuve hace poquito tiempo visitándote y pude comprobar que aunque el tiempo pasa para todos, sigues siendo ese pueblo genial y acogedor donde todavía se respira ese puro aire de la sierra leonesa que transporta los aromas de un buen chorizo, una no menos buena morcilla y un tadavía mejor trozo de cecina.
Te llevo en mi corazón por muchos motivos, por ser cuna de toda mi familia partena, por acoger en su último descanso a mi padre Alfonso Prieto Escanciano, a mis abuelos Macario y Felisa y a mi tío Marino.
Te llevo en mi corazón porque cada vez que te visito siempre tengo un rinconcito especial en casa de Mi tía Felisa y mi tío Gregorio, ofreciéndome sinceramente su hospitalidad, sus recuerdos acerca de mi padre, su nobleza y su cariño.
Te llevo en mi corazón porque, aún siendo emigrante eterno por diversas tierras de España, cada vez que te visito siento que aquí están mis raices, que te pertenezco.
Te llevo en mi corazón desde que te visité por primera vez, cuando aún era un guajín, divirtiéndome tirando piedras al Cea, acompañando a mi Tío Gregorio con las vacas a brevar y al prado a segar la hierba para su alimento, o caminando hacia la era para limpiar lentejas.
Te llevo en mi corazón por los recuerdos jugando en el prado de mi abuela, atiborrándome de buenas manzanas y subiendo al cerezo que mi abuelo plantó cuando nació mi hermano Caritos, o cuando observo los chopos que plantó mi padre el este mismo prado.
Te llevo en mi corazón porque siempre volveré a visitarte.
Fernando Prieto (Nano)
Tenerife 2.007.
Estuve hace poquito tiempo visitándote y pude comprobar que aunque el tiempo pasa para todos, sigues siendo ese pueblo genial y acogedor donde todavía se respira ese puro aire de la sierra leonesa que transporta los aromas de un buen chorizo, una no menos buena morcilla y un tadavía mejor trozo de cecina.
Te llevo en mi corazón por muchos motivos, por ser cuna de toda mi familia partena, por acoger en su último descanso a mi padre Alfonso Prieto Escanciano, a mis abuelos Macario y Felisa y a mi tío Marino.
Te llevo en mi corazón porque cada vez que te visito siempre tengo un rinconcito especial en casa de Mi tía Felisa y mi tío Gregorio, ofreciéndome sinceramente su hospitalidad, sus recuerdos acerca de mi padre, su nobleza y su cariño.
Te llevo en mi corazón porque, aún siendo emigrante eterno por diversas tierras de España, cada vez que te visito siento que aquí están mis raices, que te pertenezco.
Te llevo en mi corazón desde que te visité por primera vez, cuando aún era un guajín, divirtiéndome tirando piedras al Cea, acompañando a mi Tío Gregorio con las vacas a brevar y al prado a segar la hierba para su alimento, o caminando hacia la era para limpiar lentejas.
Te llevo en mi corazón por los recuerdos jugando en el prado de mi abuela, atiborrándome de buenas manzanas y subiendo al cerezo que mi abuelo plantó cuando nació mi hermano Caritos, o cuando observo los chopos que plantó mi padre el este mismo prado.
Te llevo en mi corazón porque siempre volveré a visitarte.
Fernando Prieto (Nano)
Tenerife 2.007.