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Saludos a los de la "Omaña Alta". El verano transcurre sin darnos un respiro, por intentar acudir a tanta actividad de los pueblos, fiestas, semanas culturales, pruebas deportivas... etc. Uno no sabe a donde acudir, yo he tenido que hacerme una programación para poder vivir in situ tanto quehacer.
Comenzamos con el Grupo Barandal las fiestas de León y San Juan en Murias, que buen recuerdo. Luego la Fería de la Artesanía, depués cambio de Montaña, nos fuimos a la Central, luego a la ribera del Torío, volvimos a Omaña, Fasgar, buena gente. Depués a Valdetuejar y montaña alta de Prioro, descubrimos Caminayo. Recientemente de nuevo a Omaña, Romería de Pandorado.
En fin, todavía no hemos terminado, y uno va cansado. Así que es hora de reflexionar, y ¿qué me encuentro?
Una situación preocupante. Ayer estuve en Riello, D. Valentín Cabero, con extraordinaria didáctica, dio una charla sobre la nueva Ley de Reordenación del Territorio. Más que preocupante, yo diría que alarmante. Las Juntas vecinales están en peligro de extinción y con ello los bienes y recursos comunales de los pueblos, el agua, los montes, los pastos... y su autogestión. Adios a aquellos concejos a los que yo de pequeño asistía en Murias, adios a Fasgarón, a Oceo, a la Vallina de las Cadenas, al Puerto de Murias y a todos aquellos lugares en los que tan feliz fui. Y les digo adios, porque de ponerse en práctica la citada ley, sabe Dios a manos de quien irán a parar los bienes de los pueblos (que sin duda se privatizarán). Está claro, terminaremos pagando el precio que nos pidan por sobrevivir.
Por eso, cuando el verano va avanzado, reflexiono y pienso que mientras la mayoría de españoles está de vaciones, incluidos los veraneantes de Murias, como apenas nadie se entera, otros trabajan sin descanso para quien sabe, sin tardar mucho, desnudarnos de la herencia territorial de nuestros antepasados.
Bueno, a mi me preocupa y por eso lo escribo. Un abrazo "omañés".
Comenzamos con el Grupo Barandal las fiestas de León y San Juan en Murias, que buen recuerdo. Luego la Fería de la Artesanía, depués cambio de Montaña, nos fuimos a la Central, luego a la ribera del Torío, volvimos a Omaña, Fasgar, buena gente. Depués a Valdetuejar y montaña alta de Prioro, descubrimos Caminayo. Recientemente de nuevo a Omaña, Romería de Pandorado.
En fin, todavía no hemos terminado, y uno va cansado. Así que es hora de reflexionar, y ¿qué me encuentro?
Una situación preocupante. Ayer estuve en Riello, D. Valentín Cabero, con extraordinaria didáctica, dio una charla sobre la nueva Ley de Reordenación del Territorio. Más que preocupante, yo diría que alarmante. Las Juntas vecinales están en peligro de extinción y con ello los bienes y recursos comunales de los pueblos, el agua, los montes, los pastos... y su autogestión. Adios a aquellos concejos a los que yo de pequeño asistía en Murias, adios a Fasgarón, a Oceo, a la Vallina de las Cadenas, al Puerto de Murias y a todos aquellos lugares en los que tan feliz fui. Y les digo adios, porque de ponerse en práctica la citada ley, sabe Dios a manos de quien irán a parar los bienes de los pueblos (que sin duda se privatizarán). Está claro, terminaremos pagando el precio que nos pidan por sobrevivir.
Por eso, cuando el verano va avanzado, reflexiono y pienso que mientras la mayoría de españoles está de vaciones, incluidos los veraneantes de Murias, como apenas nadie se entera, otros trabajan sin descanso para quien sabe, sin tardar mucho, desnudarnos de la herencia territorial de nuestros antepasados.
Bueno, a mi me preocupa y por eso lo escribo. Un abrazo "omañés".