Llama la atención la
tradición que nuestros mayores nos transmitieron y que yo misma comprobé estupefacta, admirada, expectante, se cumplía el pronóstico anunciado. Las terribles y temibles "nubes", por "
tormentas", eran alejadas por las
campanas de la
torre de
Nava de los Oteros, alguien estaba siempre dispuesto y sin miedo a tocarlas que al repicar entonaban este canto según nos contaron,"tente nube, tente tú, que Dios puede más que tú" Es posible que dijera detente nube, detente tú,.... y realmente la nube se alejaba y no descargaba aquel terrible
granizo o la tromba de
agua que arrastraba todo, en mal momento, cuando ansías recoger tu cosecha.