Lamento encontrarme con este triste paisaje. Era precioso antes del estropicio paisajístico que llevaron consigo las canteras. Es una pena que no hayamos exigido que el paisaje no resultase tan perjudicado.¡Qué uvas más ricas había en esos hoy perdidos viñedos! Y ¡cuánta vida en la época de vendimias!. ¿Sigue Santa Elena por ahí o me he equivocado totalmente de valle? Me cuesta creer lo que veo. Alicia.