La orquesta Miramar, agradecida
La orquesta Miramar de León quiere agradecer a las personas del pueblo de Odollo (La Cabrera) la ayuda recibida en el accidente que sufrimos mientras nos disponíamos a regresar a León después de una actuación. El furgón de la orquesta quedó suspendido en el vacío a una altura de 3 ó 4 metros después de salirse de la carretera por la estrechez de una de las calles del pueblo, pudiendo llegar a provocar el derrumbamiento de una casa.
Nuestro agradecimiento principal es para el presidente del pueblo, Antonio Fresnadillo Corporales, que desde el primer momento trabajó sin descanso para ayudarnos y no nos dejó ni un momento solos. Gracias a él se solucionó todo. También los dueños de la Casa Rural de Odollo, Genaro y Sagrario, Presentación y Jaime, que en todo momento nos atendieron como unas grandes personas, sin aceptar nada a cambio, y la patrulla de Truchas, que nos dieron todo su apoyo físico y moral.
Sin embargo, personas como Goyo y Manolo, viendo en las circunstancias en las que estábamos, prefirieron hacer como si no pasara nada y marcharse, sin prestarnos ningún tipo de ayuda. O el señor de la Cantera, al que después de no molestarle para que durmiera toda la noche, nos viene con el cuento de que necesita un papel del presidente para poder ayudarnos.
Ya para finalizar, a todas esas personas que he nombrado anteriormente y que tanto nos ayudaron, queremos que sepáis que sois las mejores personas que hemos conocido, que nos ayudasteis en todo, nos ofrecisteis casa y cama y siempre con una sonrisa: Gracias de corazón, aquí en León tenéis unos amigos para siempre.
Emilia González Fernández
(La Virgen del Camino).
La orquesta Miramar de León quiere agradecer a las personas del pueblo de Odollo (La Cabrera) la ayuda recibida en el accidente que sufrimos mientras nos disponíamos a regresar a León después de una actuación. El furgón de la orquesta quedó suspendido en el vacío a una altura de 3 ó 4 metros después de salirse de la carretera por la estrechez de una de las calles del pueblo, pudiendo llegar a provocar el derrumbamiento de una casa.
Nuestro agradecimiento principal es para el presidente del pueblo, Antonio Fresnadillo Corporales, que desde el primer momento trabajó sin descanso para ayudarnos y no nos dejó ni un momento solos. Gracias a él se solucionó todo. También los dueños de la Casa Rural de Odollo, Genaro y Sagrario, Presentación y Jaime, que en todo momento nos atendieron como unas grandes personas, sin aceptar nada a cambio, y la patrulla de Truchas, que nos dieron todo su apoyo físico y moral.
Sin embargo, personas como Goyo y Manolo, viendo en las circunstancias en las que estábamos, prefirieron hacer como si no pasara nada y marcharse, sin prestarnos ningún tipo de ayuda. O el señor de la Cantera, al que después de no molestarle para que durmiera toda la noche, nos viene con el cuento de que necesita un papel del presidente para poder ayudarnos.
Ya para finalizar, a todas esas personas que he nombrado anteriormente y que tanto nos ayudaron, queremos que sepáis que sois las mejores personas que hemos conocido, que nos ayudasteis en todo, nos ofrecisteis casa y cama y siempre con una sonrisa: Gracias de corazón, aquí en León tenéis unos amigos para siempre.
Emilia González Fernández
(La Virgen del Camino).