Yo no soy de Olleros, pero voy mucho tengo
amigos en ese
valle, y debo de reconocer que me encanta ese
paisaje, y muchas veces al
atardecer cuando baja el sol y vuelvo de Olleros para Leòno suelo hacerlo por las Arrimadas porque es un paisaje inigualable, muchas veces me paro para recrearme con ese paisaje que me inunda de paz.
Tambièno cuando voy por Boñar me pasa lo mismo me embarga una tranquilidad indescriptible.
Soy asidua ademàs de la semana cultural que se hace todos los años en Olleros,
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