¿Es posible que en un pueblo siempre tan abierto a todas las inquietudes no haya ninguna persona mayor que recuerde algo de aquel pasado por el que pregunto?... Vimos construir Colominas, jugamos al tejo, escuchamos los sermones de don Gumersindo, asistimos a las clases de don Ángel o de don Romualdo. Las niñas iban a recibir lecciones particulares con doña Leocadia en el barrio la Mata. Chema, hijo de Sagrario, deja ya de jugar al fútbol y entra en el foro y da alguna noticia de aquellas gentes. Ya sé que Cayo se nos ha ido pero siempre nos quedará el recuerdo de su "tirador", su carpintería y su DKV. Änimo, que somos muchos los desterrados que ya estamos con un pie más allá que acá. Abrezos para muchos de vosotros.