Sirvan estas lineas como recuerdo a los varios cientos de personas que durante gran parte del siglo XX e incluso durante algunos años del siglo precedente se dedicaron en Orzonaga y otros pueblos cercanos en la ribera del Torio a la mineria. Muchos de ellos desgraciadamente murieron realizando esa penosa labor de arrancar a la tierra el carbon que guardaba en sus entrañas utilizando casi siempre el pico y la pala como herramientas. Recordemos que en los años 40-50 del pasado siglo trabajar en la mina suponia quedar exento del servicio militar ademas de disponer de un sueldo que no venia mal a final de mes y que se complementaba con la labor que en la otra mitad del dia que no se estaba en el "tajo" minero se llevaba a cabo en las huertas, fincas, y explotaciones ganaderas, por poner algunos ejemplos en sus respectivas localidades donde vivian. Mina peligrosa por el tema del grisu fue la bautizada con el nombre de Bardaya en la vecina Vegacervera. Quede por ello este recuerdo a los que murieron bien en accidente, entre ellos algun amigo de quien esto escribe, o sufriendo la penosa enfermedad de la silicosis.