Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro.
Perdonando demasiado al que yerra se comete injusticia con el que no yerra.
Hay que esperar cuando se está desesperado, y andar cuando se espera.
Afortunado el hombre que se ríe de sí mismo, ya que nunca le faltará motivo de diversión.