Toño, porque no dices que no me habias conocido, como se nota que los años no pasan en valde, cuando pasabas los veranos en Otero no dormias la siesta, pues te la pasabas sentado en la piedra de la calle de la Amargura con tu tirador de goma, unos dias a Pajaros y otros tirando a ver quien pegaba a mas gallinas, que estaban por la calle, del que vivia en la casa de la tia Froilana. De las patatas no te preocupes que van a salir antes que llege el cordero.