OTERO DE LAS DUEÑAS: Toño, porque no dices que no me habias conocido, como...

Toño, porque no dices que no me habias conocido, como se nota que los años no pasan en valde, cuando pasabas los veranos en Otero no dormias la siesta, pues te la pasabas sentado en la piedra de la calle de la Amargura con tu tirador de goma, unos dias a Pajaros y otros tirando a ver quien pegaba a mas gallinas, que estaban por la calle, del que vivia en la casa de la tia Froilana. De las patatas no te preocupes que van a salir antes que llege el cordero.

Pepe Mari, fastidiarle la siesta, sin más, a un español de bien está penado por Ley.

No he conocido tu voz porque ha cambiado, para mejor o peor ¡Ah! ya te lo diré, desde luego suena “mucho menos varonil” que la voz que yo tengo gravada, tal vez has comido muchas claras de huevo o yo que sé.

Mira a ver “donde andabas tú” y que hacías, “cuando tenían lugar los hechos” que relatas de un modo tan preciso y con todo lujo de detalles (pones hasta el domicilio exacto de las pobres gallinas). Y si ... (ver texto completo)