Joaquín Ezquerra del Bayo publicó en el Boletín Oficial de Minas, número 16, en 1844, lo siguiente sobre Otero (pa mi que nos tenia tiña):
En el criadero de Otero de las Dueñas han eludido hasta ahora la ley de minería. Algunos jornaleros han pedido dos ó tres registros sin mas objeto que adquirir una especie de propiedad para que otro no se ponga á trabajar en el mismo sitio, pero sin intencion de seguir el espediente ni que llegue el caso de tener que pagar derechos de ninguna especie; y por consiguiente tampoco han podido ni pensado establecer labores en regla; solo han hecho unas malas escarvaduras para satisfacer las pequeñas necesidades de los herreros del pais. De aqui resulta que, en un principio han obtenido muy malos resultados, porque el carbon cerca de la superficie siempre es de mala calidad, en razon á las infiltraciones y demas influencias atmosféricas, y es menester internarse siquiera 12-14 varas para encontrarlo bueno, como efectivamente así ha sucedido. Solo han beneficiado la primera capa que asomaba á la superficie y que precisamente no pasa de media vara de espesor; pero alli deben existir otras capas mas potentes, y la configuracion del terreno se presta muy bien á los reconocimientos, prescindiendo de que ya tambien está descubierto en término de otros pueblos inmediatos.
Con este método mezquino y desordenado han llevado estos años pasados unos cuantos miles de arrobas á Leon, para alli convertirlo en cock y remitirlo á esta córte á D. Ramon Bonaplata para su fundicion de hierro colado; siendo claro que debe haberle resultado á un precio poco cómodo, porque ha tenido que pagar el aprendizaje de los manipulantes en Leon y la mala fé de los escarvadores que arrancaban el carbon en los pueblos.
En el criadero de Otero de las Dueñas han eludido hasta ahora la ley de minería. Algunos jornaleros han pedido dos ó tres registros sin mas objeto que adquirir una especie de propiedad para que otro no se ponga á trabajar en el mismo sitio, pero sin intencion de seguir el espediente ni que llegue el caso de tener que pagar derechos de ninguna especie; y por consiguiente tampoco han podido ni pensado establecer labores en regla; solo han hecho unas malas escarvaduras para satisfacer las pequeñas necesidades de los herreros del pais. De aqui resulta que, en un principio han obtenido muy malos resultados, porque el carbon cerca de la superficie siempre es de mala calidad, en razon á las infiltraciones y demas influencias atmosféricas, y es menester internarse siquiera 12-14 varas para encontrarlo bueno, como efectivamente así ha sucedido. Solo han beneficiado la primera capa que asomaba á la superficie y que precisamente no pasa de media vara de espesor; pero alli deben existir otras capas mas potentes, y la configuracion del terreno se presta muy bien á los reconocimientos, prescindiendo de que ya tambien está descubierto en término de otros pueblos inmediatos.
Con este método mezquino y desordenado han llevado estos años pasados unos cuantos miles de arrobas á Leon, para alli convertirlo en cock y remitirlo á esta córte á D. Ramon Bonaplata para su fundicion de hierro colado; siendo claro que debe haberle resultado á un precio poco cómodo, porque ha tenido que pagar el aprendizaje de los manipulantes en Leon y la mala fé de los escarvadores que arrancaban el carbon en los pueblos.