OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

OTERO DE LAS DUEÑAS: Gracias por el resto de la información....

Conmemoración de la Batalla de Otero de las Dueñas (Guerra de la Independencia),
6 de abril de 1812

I Ruta, 22 de mayo de 2010

Parte médico de las acciones de esta ruta:
A las siete y media de la mañana se ha convocado, en Otero de las Dueñas, a la tropa que va a participar en esta expedición. El autobús ya está esperando por sus pasajeros, pero van llegando poco a poco los veintinueve soldados participantes. A las ocho horas se pone en marcha hacia Los Barrios de Gordón, y treinta minutos más tarde estamos en el Barrio de Abajo (1.160m de altitud).
Desde el primer momento, en el lugar del comienzo de nuestra marcha, la tropa sale enfurecida, a paso ligero, al asalto de la primera y máxima dificultad, la subida hasta la Collada de Urdiales (1.525m). Este tramo de ascenso tiene una media superior al 10%, ya que se ascienden 340 metros en tan sólo los 3,2 kilómetros que los separan.
Pronto empiezan las dificultades, ya que un miembro de esta expedición, con algunos problemas respiratorios, necesita un ritmo más lento del que han impuesto los soldados de vanguardia. En nuestro lema y con la finalidad con que se ha hecho esta marcha, no cabe el abandonar a un soldado en pleno monte y en un lugar desconocido para él, por lo que dos acompañantes del equipo médico deciden seguir a su ritmo, con muchos y continuos descansos en todo este trayecto, cada 50 metros hay que hacer una parada e incluso tomar asiento.
Comenzamos el ascenso por la ladera norte de los montes de El Mergucho (1.253m), La Armada (1.354m) y Padrón (1.442m), llegando, con tan sólo 2.300 metros recorridos, a una altitud de 1.487 metros. Al norte hemos visto la Peña del Miro, El Portillo y El falledo de la Mena (precioso). Este grupo tenía tiempo de relajarse y recrear su vista con este impresionante paisaje de las Montañas Leonesas.
A las diez llega a La Collada de Urdiales (1.500m, máxima altitud) el grupo de retaguardia, compuesto únicamente por los tres soldados mencionados, mientras el grupo de vanguardia ya había repuesto fuerzas en el tiempo de espera.
Desde la Collada de Urdiales, aconsejados por dos soldados que conocían la zona y estos lugares, el grupo de vanguardia al completo decide ir por una nueva ruta, mucho más larga que la proyectada inicialmente, por lo que los tres soldados que habían hecho el ascenso en el grupo de retaguardia deciden ir por el trazado marcado, y asumiendo la dificultad de esos quinientos metros, ya conocidos, que era necesario hacer “campo a través” y bajar luego por el cauce del Río Torre hasta Santiago de las Villas, realizan esta bajada en solitario y con gran éxito, aunque con sus dificultades y con ciertas dudas de algunos miembros de habernos perdido por estos lares.
La mayor alegría que tuvimos fue ver como nuestro compañero se recuperaba de sus problemas respiratorios y realizaba un descenso casi con plena normalidad.
Se toma la nueva posición de marcha y estando en la cabecera del nacimiento del Río Torre se comienza el descenso con un paso bastante ligero, según nos permitían nuestras posibilidades, transitando por las hoces existentes entre los montes de El Estil y La majada del Retorno hasta llegar al Canto del Valle (1.345m), donde van uniéndose varios arroyos a su cauce y teniendo que ir saltando por las piedras durante algunos cientos de metros, por la gran cantidad de agua que este año lleva este río en estas fechas. Se continúa entre los montes de Las Forcadas, Vallina los Pastores y Las Vallegas hasta llegar al Vallín de San Martino donde se encuentra el Refugio de Diputación. Se continúa por el valle y cauce del Río Torre, entre los montes de la Peña Pico Perdiz, Las Varagañas, Valdetuerto y Las Lamas, y al final el paso entre La Peñica y la Peña El Castillo donde se une el Arroyo de la Cuesta como afluente del Río Torre, para salir a dar vista al pueblo de Santiago de las Villas a las doce y media.
A este punto llega destacado el grupo de tres personas que había formado la retaguardia hasta este momento, pasando a formar, inesperadamente, la avanzadilla de vanguardia de este ejército. Las comunicaciones fallan, ya que sólo dispone de cobertura este grupo, deduciendo lógicamente que el grueso de la tropa aún se hallaba inmerso en plena montaña. Continúa este grupo hasta Carrocera, donde deciden esperar por el resto de la tropa, para su reagrupamiento, a las puertas del Ayuntamiento.
Los siete primeros destacados de la avanzadilla del grueso del pelotón tardaron cuarenta y cinco minutos en unirse al grupo que había llegado destacado y que les estaba esperando. Unidos éstos y ante la larga espera por el resto del ejército y restablecidas las comunicaciones ya, se acuerda ponerse en marcha, este primer grupo por la carretera para llegar al pueblo de Otero y cubrir el ala izquierda del ataque, llegando a la una y media a su punto de destino, mientras el resto del pelotón lo hacía por monte de La Lomba y camino de Los Navares, cubriendo el flanco derecho y llegando a partir de las dos de la tarde.
Con todos los inconvenientes encontrados y superados, llegó la tropa contenta y con cara de alegría por el éxito de la marcha. Una ducha rápida y... el cocido estaba esperando.
El resto de los detalles de esta crónica ya han sido expuestos con todo lujo de detalles por los cronistas oficiales.
Un saludo:
Equipo médico y enfermería:
Jamín, Visi y Socorro.

P. D.: Con mucha alegría por el éxito y el próximo año con la intención de repetir.

Gracias por el resto de la información.
He copiado el mensaje y enviado a gentexotero@gmail. com, junto con los de Juan Antonio y el relato de Emilio sobre los 4 primeros kilómetros, para ir haciendo acopio de información para la futura web.
Buen trabajo muchachos, entre esto y las fotos ya te hacer una idea. Celebro que el día saliese así.
Un abrazo.
Toño.

P. D. Que nadie se escandalice que, en su momento, no se publicará nada que no haya sido autorizado por sus autores.