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OTERO DE LAS DUEÑAS: FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Publio, OH [Otero de las Dueñas,...

FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Publio, OH [Otero de las Dueñas, León, 24.05.1908 ‐ † Valencia 04.10.1936], siervo de Dios.
Religioso de la Orden Hospitalaria de san Juan de Dios. Formando parte de la comunidad hospitalaria del Hospital Infantil San Juan de Dios del barrio valenciano La Malvarrosa fue detenido y después fusilado juntamente con otros ocho Hermanos Hospitalarios de la misma comunidad, en la playa vecina al hospital. Abierta su Causa de muerte por martirio en la diócesis de Valencia (1995) y aprobado el Proceso diocesano en Roma, sigue su curso de estudio ante la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano.
Identificación personal. Fue bautizado al día siguiente de su nacimiento en la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, y recibió el nombre de Publio Victorino; el sacramento de la confirmación lo recibiría en Calahorra el 14 de abril de 1925. Era hijo del matrimonio Mariano Fernández Álvarez y María González Álvarez, que procrearon tres hijos, siendo el siervo de Dios el tercero. Físicamente era de constitución fuerte, bien parecido, rubio y estatura media, mientras anímicamente era muy tranquilo, pacífico, sereno y muy bueno. Frecuentó la escuela del lugar y pronto se dedicó al pastoreo, cuidando del ganado en el campo.
Hermano de San Juan de Dios. A los 25 años, motivado por sentimientos humanitarios y para dar sentido a su vida, pidió el ingreso en la Orden Hospitalaria, que se le concedió incorporándose al aspirantado de Ciempozuelos el 30 de mayo de 1933. Sus buenas disposiciones le ayudaron a identificarse con su nueva vida de servicio hospitalario y atención a los enfermos, por lo que pasó al noviciado tomando el hábito canónico el 27 de agosto de 1933 y recibiendo el nombre de Fr. Publio. Al año siguiente hizo la profesión religiosa emitiendo los votos temporales el 8 de septiembre de 1934. Tras un breve tiempo, se incorporó a la comunidad del Hospital infantil san Juan de Dios de La Malvarrosa, Valencia, donde se dedicó a la postulación de limosna en favor de la asistencia médica de los niños pobres, propio de este centro benéfico Hospitalario; después de su jornada en la limosna, al volver a casa aún visitaba a los enfermos, compartía con ellos, les ayudaba y asistía. Se comportaba como un ejemplar religioso hospitalario, trabajador, prudente, de temperamento pacífico y buen carácter, siempre dispuesto a cualquier necesidad.
Mártir de la fe y de la Hospitalidad. La ciudad de Valencia y en particular los poblados marítimos del Grao, Cabañal y Malvarrosa vivieron con la revolución iniciada en febrero de 1936 meses de gran tensión con saqueos, destrucciones, incendios, etc., sumados a asesinatos principalmente de índole religiosa; no quedó libre de todo ello el hospital infantil de los Hermanos de san Juan de Dios de La Malvarrosa, siendo incautado por milicianos (23 julio 1936) y permaneciendo los religiosos bajo sus órdenes y al fin siendo asesinados.
No pudiendo continuar el siervo de Dios Fr. Publio con su labor ordinaria como limosnero, «comenzada la revolución roja, hasta su detención y martirio, continuó al cuidado de los enfermos», que prodigaba con admiración de todos. Su espíritu silencioso y disponibilidad hacía que le movilizaran los milicianos según sus intereses, que el siervo de Dios con puntualidad realizaba, dedicándole hasta a preparar, limpiar y ordenar los comedores que los mismos usaban. Gozaba por todo ello de cierta simpatía entre los que le asesinaron, algunos de los cuales intentaron librarle de la muerte. «Su muerte fue muy sentida por todos en el sanatorio». El 4 de octubre, domingo, después de haber dedicado todo el día a sus menesteres hospitalarios, en horas ya en que se había retirado para descansar, el siervo de Dios Fr. Publio, al igual que los demás miembros de la comunidad, fue levantado de la cama, y después de sufrir un somero interrogatorio del jefe de los milicianos, fue conminado a subir a un automóvil y llevado al lugar del sacrificio.
«Un cuarto de hora habría transcurrido, y hieren mis oídos el eco repetido de numerosas detonaciones que en el silencio de la noche, y en la pesadumbre del alma, tenían resonancia de agonía mortal. En aquellos momentos, caían heridos de muerte por las balas... nuestros Hermanos [entre ellos el siervo de Dios Publio Fernández], sobre sus sienes se ceñían aureolas de mártires, y sus almas volaban blandiendo palmas de triunfo», escribió un testigo de aquellas horas.
Fue asesinado Fr. Publio junto a la Acequia Vera, en las arenas del mar en la playa de La Malvarrosa (Valencia), y mientras gritaba ¡Viva Cristo Rey!
Al morir como mártir tenía 28 años de edad y 2 de Hermano Hospitalario. Sus restos se conservan en el cementerio municipal de La Malvarrosa.
Referencia: CSIC, (Consejo Superior de Investigaciones Científicas)