Siempre INTOCABLES. Con nuestras escopetas "de aire comprimido", ni nos atrevíamos a apuntarlas.
Nos pasábamos las ganas. Pero ellas eran casi "sagradas". Y me alegro, a "años luz" de aquella etapa juvenil y aquellos tiempos en los que ni se hablaba de conciencia ecológica.
Hemos avanzado. Hemos mejorado.