Es Peñalba de Cilleros un pueblecito situado entre las montañas de Babia, con sus montes renegridos por sus entrañas carboníferas y sus peñas albas de caliza [de ahí le viene el nombre], y todo ello con su sinfonía de verde esparramada por la superficie de los prados, todo ello rememorante de "la sinfonía en blanco mayor" de la deliciosa composición de nuestro poeta "Bouquet". En su término, nace el más bucólico de los ríos leoneses: el Luna, que dió nombre al Condado que tantas páginas de Historia llenó para León; y aunque en sus aguas no se bañan "las claras ninfas" ni por sus riveras galopan Quirón experto ni el robusto Folo, del sublime "Palimpsesto" de Ruben, sus corrientes se hallan pobladas de culebretes y sabrosas truchas y por los prados que bordean el río corretean alegres las yeguas de finísima estampa, dignas sucesoras de aquellos "asturcones" que asombraron al mundo con su paso de "andadura" o "paso portante" [...]
Peñalba de Cilleros tiene su historia, testimoniada al presente con elegantes blasones lanzados al aire sobre el amplio portalón de alguna vieja casona; y tiene también sus leyendas de hadas y de dragones, y hasta de Santos de caballería que se lanzaron al aire sobre su caballo blanco [tan alto como sus calizas peñas] desde lo alto de la Peña del Castillo a la hondonada del valle, dejando como testimonio de tan prodigioso salto, marcado el casco del caballo en una roca bajo la que nace una muy buena fuente.
Peñalba de Cilleros tiene su historia, testimoniada al presente con elegantes blasones lanzados al aire sobre el amplio portalón de alguna vieja casona; y tiene también sus leyendas de hadas y de dragones, y hasta de Santos de caballería que se lanzaron al aire sobre su caballo blanco [tan alto como sus calizas peñas] desde lo alto de la Peña del Castillo a la hondonada del valle, dejando como testimonio de tan prodigioso salto, marcado el casco del caballo en una roca bajo la que nace una muy buena fuente.
entrantes por fin jesus, debajo las fotos esta cortesia de alfil, juan