El hombre es un lobo para el hombre reza el proverbio.Es verdaderamente triste, pero es así.Todo ello por el afán de querer demostrar que se es más que el prójimo, que se sabe más, que el perfecto es uno y "que me va decir éste a mí".
Cuando lo lógico sería escucharnos más, corregirnos mejor y sin tonos despectivos.
Nadie es más que nadie, sea de la condición que sea.Puede tener más caudal o una posición más relevante en la vida, pero ser un pobre integral en sus obras y en su espíritu y éso no se cura yendo a misas ni a rosarios si no se va con espíritu de contrición ni propósito de enmienda y después se ejecuta la penitencia de escuchar, respetar y ayudar al prójimo.
Por desgracia hay mucho predicador y poco trigo.A mí no me sirve de nada que recen por mí y luego vayan a por mí con saña, me pongan a parir y me traten de difamar.Recordar ésto que está colgado en el foro:"Quién de verdad busca a Dios, se ahoga en los templos".Gracias por la recomendación y si me facilitas el título, seguro que me la compro.
JULIO.
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