POLVOREDO: Arrastra sus zapatillas y sus muchos años camino arriba,...

Arrastra sus zapatillas y sus muchos años camino arriba, diariamente; la vista ya no es la que era y apenas puede divisar el corzo macho que otea, olfatea y vigila el horizonte desde lo alto de las Canales, allá al final, donde la peña se funde con el monte que queda a retaguardia. También arrastra sus zapatillas y sus pocos años camino arriba, a la vera del viejo, la vista recién estrenada y atenta a cualquier cosa que se mueva en el horizonte. El viejo y el niño, camino arriba, desde el pueblo al río La Puerta, camino abajo desde el río La puerta hasta el pueblo van entretejiendo sus vidas. A uno se le apagan los ojos, al otro se le enciende la mirada.
Hasta el río La Puerta y más arriba, a horas tempranas, cuando el rocío brilla en la hierba, dos hermanas en verano van pisando con cuidado cada unas de las piedras del camino, convencidas de que no hay mejor masaje para los pies y los tobillos que ese sendero matutino, solitario cuando ellas salen. Se lo han dicho los médicos de Barcelona. (Primera parte).