POLVOREDO: Cuando era pequeño, a la salida del pueblo, en el barrio...

Cuando era pequeño, a la salida del pueblo, en el barrio las Cábilas, bajando hacia el río Calveto donde las mujeres lavaban la ropa y a la altura donde hoy tiene Alfredo la entrada a su casa, había una fuente recubierta con una rústica bóveda que nunca supe encuadrar ni descifrar. En una noche de insomnio me dio por pensar que en aquella fuente hicieron en su día las abluciones rituales los moros que vivían en las Cábilas. Pura fantasía sin ningún soporte histórico, basada en el hecho de que cábila se llama aún hoy a una tribu de beduinos o bereberes y también al lugar donde viven. Un día, no sé cuando ni por qué, desapareció y con ella, acaso, un pedazo de historia… porque sucede a menudo que las palabras llevan inscrito en su vientre un pasado olvidado… Río arriba estaba la fuente la Llantrera, fría, a la que de vez en cuando iban las truchas del río Calvero, puro caldo en verano, a refrescarse. En mi fantasía, la Llantrera era el llanto y las lágrimas de una mora enamorada, con un amor imposible, de un cristiano del barrio de Abajo o de Llavís.
¿Se admiten estas fantasías un tanto poéticas o sólo se puede escribir de hechos probados y de historia documentada? Lo dejo a vuestro criterio.

Toño.