POLVOREDO: No quiero dejar que todo ésto vaya más allá. Estamos...

No quiero dejar que todo ésto vaya más allá. Estamos actuando cómo cómplices del desatino y del no hacer.
Resulta duro y penoso el expresarse así, pero creo ver connivencia y permisividad en las gentes de mi pueblo con el desmán y el mal hacer y me explico:
Llevamos más de quince meses desde que se dió a conocer por un periódico provincial el horrible atropello sufrido por los restos de nuestros antepasados al ser sacados del cementerio y tirados cuál basura o carroña para las alimañas.
El acto, deleznable en sí, no puede dejar impasibles a las gentes del pueblo y tampoco a los desalmados que permitieron y cometieron ésa fechoría sin su consiguiente recriminación.
El caso es que a día de hoy los restos siguen ahí, la Junta sin resolver el tema, el cura mirando para otro lado y el obispado dando ejemplo de una "caridad" cristiana de asustar; vamos, haciendo creyentes.
Se intuye el rapapolvo que sufrió el periodista que lo sacó a la luz, y digo se intuye, porque a ciencia cierta nada se sabe y por lo tanto no se puede asegurar, solamente entrar en el terreno de la presunción.
El hecho es que no hay denuncias oficiales, sólo dimes diretes, desinterés por parte de las instituciones y organismos oficiales que no han hecho mención alguna por tomar cartas en el asunto y lo peor es la permisividad que tenemos y la pasividad que mostramos todos.
Sabe Dios lo que me duele hacer éste comentario, pero hay que gritar un ¡Basta ya! y ¡Hasta aquí hemos llegado!