El Chorco es una antigua trampa para cazar lobos, que se sitúa estratégicamente en el Monte Corona, donde la espesura del bosque y la presencia de ganado en los meses de invierno atraían al depredador.
Participaban en la encerrona por lo menos uno de cada familia y todos los varones entre 16 y 65 años que, bajo la atenta dirección de los monteros, coronaran con éxito la batida.