El futuro de la
Cabrera lo deben esculpir los jóvenes. No la “
juventud actual que le gusta que todo se lo den hecho, de tener las manos limpias para la pachanga, la bullanga y la droganda” como dice Brindis Morán en su libro “Estudio y elogio de la Cabrera”. Si no, los jóvenes que realmente les gusta la natura y la libertad que se respira en Cabrera, aquellos que luchen por la tierra prometida.