Plantas para el Corazón
Numerosas plantas medicinales han demostrado tener un efecto preventivo sobre las enfermedades coronarias. Si bien no han conseguido una efectividad al 100 %, resultan un excelente complemento que permite mejorar la salud del corazón y, en la mayoría de los casos, reducir las dosis de los medicamentos convencionales.
Muchas de ellas no se pueden considerar plantas medicinales en su forma clásica, es decir, en forma de infusión o extracto, sino que se trata de alimentos o condimentos de uso común en la alimentación humana.
Ajo (Allium sativum)
Es sin duda la estrella en la prevención de la arteriosclerosis y de las enfermedades cardiacas. Algunos estudios realizados con sus diversas presentaciones (extracto, aceite, tintura, polvo deshidratado) demuestran que sus beneficios se deben a la alicina, una sustancia que se produce a partir de un producto previo denominado aliina, mediante la transformación producida por una enzima que se libera cuando el ajo se tritura y se expone al aire; por esta razón la máxima efectividad del ajo se obtiene cuando se consume crudo y machacado (jugo).
Las investigaciones demuestran que reduce los niveles de colesterol malo aproximadamente de un 10 a 15%, disminuye la coagulación sanguínea, previene la trombosis y reduce la viscosidad de la sangre. Finalmente, también se ha observado que el ajo ayuda a reducir la tensión arterial entre 20 y 30 mm de mercurio como media.
La dosis recomendada oscila de 2 a 6 dientes de ajos diarios. Si desea puede tomar aceite de ajo en cápsulas, aquí la dosis es una cápsula al día.
Alfalfa (Medicago sativa)
Estudios realizados en Estados Unidos por el Dr. Malinow y sus colaboradores, con el polvo de semillas de alfalfa revelaron su eficacia en la reducción del colesterol hasta un 20 %. No obstante, la alfalfa germinada parece tener un efecto similar, por lo que resulta un buen complemento dietético.
Alcachofa (Cynara scolymus)
Las hojas de alcachofa (que no es la parte comestible) contienen derivados de ácidos cafeliquínicos, reductores de los niveles de colesterol en un 15%. Una forma práctica de consumirla es poniendo unas pocas hojas y hacer una cocción hirviéndola cinco minutos a fuego lento, la cual se tomará con cierta regularidad. Es preferible tomarla fría y con jugo de limón ya que su sabor es intensamente amargo.
Cebolla (Allium cepa)
Los estudios realizados sobre los efectos de la cebolla coinciden con los del ajo. No obstante, la cebolla parece tener una acción más específica sobre la viscosidad de la sangre (disminuyendo la agregación de las plaquetas) que sobre los niveles de colesterol o la elasticidad de los vasos sanguíneos.
Kión (Zingiber officinale)
Si bien tiene numerosas aplicaciones medicinales, destaca también por disminuir la agregación de las plaquetas. En un estudio realizado por el Dr. Backon se comprobó que el kión estimula las prostaciclinas e inhibe una enzima denominada tromboxanosintetasa, lo que explica su benéfica acción sobre la arterioesclerosis. Su efecto sobre la viscosidad sanguínea es mayor que el que ejercen el ajo o la cebolla. Aunque en menor medida, el kión también reduce los niveles de colesterol.
Ginkgo (Ginkgo biloba)
Usualmente, se ha empleado para mejorar la circulación cerebral en personas de edad avanzada, sin embargo, tiene también otras indicaciones: reduce la viscosidad sanguínea y el efecto nocivo de los radicales libres, que son el origen de la formación de la placa arteriosclerótica que produce la obstrucción sanguínea.
Las flores del ESPINO ALBAR... ... (ver texto completo)
Numerosas plantas medicinales han demostrado tener un efecto preventivo sobre las enfermedades coronarias. Si bien no han conseguido una efectividad al 100 %, resultan un excelente complemento que permite mejorar la salud del corazón y, en la mayoría de los casos, reducir las dosis de los medicamentos convencionales.
Muchas de ellas no se pueden considerar plantas medicinales en su forma clásica, es decir, en forma de infusión o extracto, sino que se trata de alimentos o condimentos de uso común en la alimentación humana.
Ajo (Allium sativum)
Es sin duda la estrella en la prevención de la arteriosclerosis y de las enfermedades cardiacas. Algunos estudios realizados con sus diversas presentaciones (extracto, aceite, tintura, polvo deshidratado) demuestran que sus beneficios se deben a la alicina, una sustancia que se produce a partir de un producto previo denominado aliina, mediante la transformación producida por una enzima que se libera cuando el ajo se tritura y se expone al aire; por esta razón la máxima efectividad del ajo se obtiene cuando se consume crudo y machacado (jugo).
Las investigaciones demuestran que reduce los niveles de colesterol malo aproximadamente de un 10 a 15%, disminuye la coagulación sanguínea, previene la trombosis y reduce la viscosidad de la sangre. Finalmente, también se ha observado que el ajo ayuda a reducir la tensión arterial entre 20 y 30 mm de mercurio como media.
La dosis recomendada oscila de 2 a 6 dientes de ajos diarios. Si desea puede tomar aceite de ajo en cápsulas, aquí la dosis es una cápsula al día.
Alfalfa (Medicago sativa)
Estudios realizados en Estados Unidos por el Dr. Malinow y sus colaboradores, con el polvo de semillas de alfalfa revelaron su eficacia en la reducción del colesterol hasta un 20 %. No obstante, la alfalfa germinada parece tener un efecto similar, por lo que resulta un buen complemento dietético.
Alcachofa (Cynara scolymus)
Las hojas de alcachofa (que no es la parte comestible) contienen derivados de ácidos cafeliquínicos, reductores de los niveles de colesterol en un 15%. Una forma práctica de consumirla es poniendo unas pocas hojas y hacer una cocción hirviéndola cinco minutos a fuego lento, la cual se tomará con cierta regularidad. Es preferible tomarla fría y con jugo de limón ya que su sabor es intensamente amargo.
Cebolla (Allium cepa)
Los estudios realizados sobre los efectos de la cebolla coinciden con los del ajo. No obstante, la cebolla parece tener una acción más específica sobre la viscosidad de la sangre (disminuyendo la agregación de las plaquetas) que sobre los niveles de colesterol o la elasticidad de los vasos sanguíneos.
Kión (Zingiber officinale)
Si bien tiene numerosas aplicaciones medicinales, destaca también por disminuir la agregación de las plaquetas. En un estudio realizado por el Dr. Backon se comprobó que el kión estimula las prostaciclinas e inhibe una enzima denominada tromboxanosintetasa, lo que explica su benéfica acción sobre la arterioesclerosis. Su efecto sobre la viscosidad sanguínea es mayor que el que ejercen el ajo o la cebolla. Aunque en menor medida, el kión también reduce los niveles de colesterol.
Ginkgo (Ginkgo biloba)
Usualmente, se ha empleado para mejorar la circulación cerebral en personas de edad avanzada, sin embargo, tiene también otras indicaciones: reduce la viscosidad sanguínea y el efecto nocivo de los radicales libres, que son el origen de la formación de la placa arteriosclerótica que produce la obstrucción sanguínea.
Las flores del ESPINO ALBAR... ... (ver texto completo)