No debemos nunca olvidar que la alimentación es, además de una necesidad, un placer. Según el gourmet y enciclopedista Brillat-Savarin, "El animal come, el hombre se alimenta y el hombre de talento, paladea. Solo el hombre culto sabe comer". Plutarco escribe "Los hombres se invitan no para comer y beber, sino para comer y beber juntos.