Pocas veces me tocó dormir en la
sierra con los jatos y jatas, que no se usaban para trabajar durante el
verano, pero dos fueron muy señaladas. Una
noche fué despues de que los lobos , mientras dormían junto a la cabaña, la habían llevado medio cuadril a una chota del Sr Gumersindo.Fué una noche sin pegar ojo a cualquier ruido salíamos el Sr Pablo, el padre y Blás, a dar voces, para que si eran los lobos huyesen...Noche inolvidable.
La otra la pasé casi soló, con unos 15 años, en la peña del Mayadón...
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