Madre del Crucificado,
María del Cordero llevado al matadero,
Del Inocente condenado entre bandidos,
Del Señor de tan largo Viernes Santo,
Del Varón de sufrimientos y dolores,
Te bendecimos y te alabamos
Por tu Hijo fiel y generoso,
Tu consuelo, tu apoyo, tu alegría.
María, tú lo animas con tu presencia
En la montaña del dolor.
Tú lo acompañas en el Calvario
Y sufres con su sacrificio y su agonía.
Tú lo fortaleces en la aflicción
Y lo alientas en la hora...