En los prados cercanos al pueblo abundan los chopos, plantados en épocas en que el precio de la madera prometía. En puntos muy concretos hay álamos. Sauces y mimbres forman sebe en las lindes de los prados para separar las distintas propiedades. Grupos de manzanos están repartidos por el pueblo y las "cortinas" de los alrededores. El único frutal extendido es el manzano, pero no resulta extraño encontrar de forma aislada, algunos perales, ciruelos y cerezos silvestres pero con escaso fruto.